Aunque sin duda no estaban solos en su protesta, especialmente a la luz de los varios miles de cartas y telegramas, lo que los Cienciólogos al final organizaron en forma de una amplia campaña de concienciación pública, demostró ser realmente fatal para la intriga de Siberia. En verdad, como lo sustenta cualquier texto general de historia norteamericana, muy pronto el proyecto de ley se olvidó por completo. ...o al menos así lo hicieron todos aquellos que estaban al margen de los círculos psiquiátricos.
![]()
Aquellos que estén familiarizados con la amplia historia de la lucha de Scientology contra la subversión psiquiátrica, recordarán los nombres de los doctores Winfred Overholser y Daniel Blain, todos ellos gente de peso en la Asociación Americana de Psiquiatría, relacionados todos con la experimentación de control mental en las fuerzas armadas de Estados Unidos y que, tras el fin de su queridísimo Proyecto de ley de Siberia en 1956, se entregaron, todos ellos, a la destrucción de lo que llamaron el movimiento anti-psiquiátrico y, escrito correctamente, Scientology y L. Ronald Hubbard.
Pero hubo otra consecuencia con el final de ese Proyecto de ley, y tiene todo que ver tanto con la configuración del mundo de hoy como con el mundo sobre el que LRH escribe en los siguientes ensayos.
Para explicar:Dado el fracaso de la psiquiatría en abrirse camino directamente a través de la estructura social mediante legislación sobre salud mental, el comité directivo de la psiquiatría tomó otra página directamente de Rees y lanzó su ataque a la medicina. En una asociación con muy buena disposición, soportó a una industria farmacéutica siempre motivada por el lucro, con miras a expandir los tipos de productos mucho más allá de gotas para la tos para niños y aspirinas. Y, claro, lo que siguió a esa asociación es todo lo que ahora describimos legítimamente como una verdadera crisis pandémica de tóxico-dependencia.
Sin embargo, por citar una reveladora secuencia más a lo que sigue aquí de LRH, tengamos presente primero que todo lo que recordamos como la era psicodélica a finales de la década de los 60, surge directamente de la experimentación psiquiátrica con LSD en nombre de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos. Por otra parte, no olvidemos que cuando esa generación psicodélica se pasó a la meta-anfetamina, los barbitúricos e incluso la heroína, se pasó también a la medicina psiquiátrica de botiquín, suministrada originalmente en nombre del control mental. Finalmente, consideremos esto también: entre otros objetivos de la experimentación psiquiátrica en nombre de las fuerzas armadas norteamericanas y de la Agencia Central de Inteligencia, estaba la configuración de un asesino perfecto, principalmente mediante el condicionamiento bajo dolor, drogas e hipnosis, y, de hecho, revelado públicamente por primera vez en La ciencia de la supervivencia de Ronald. A partir de entonces, claro está, el asunto se convirtió en tema popular de especulación, y muy especialmente después de El candidato de Manchuria, de Richard Condon. Sin embargo, no se ha comentado ampliamente esta escalofriante nota a pie de página: A pesar de que los programas para la configuración de ese asesino perfecto demostraron tener un éxito solamente marginal, la experimentación posterior entre los residentes de Haight-Ashbury, en San Francisco, tuvieron relación absoluta con la configuración de criaturas de una brutalidad tan inimaginable como el asesino multiple, Charles Manson.
También como consecuencia de esa ecuación psiquiátrica original, vinieron las exposiciones de LRH sobre fraude psiquiátrico, a las que podríamos añadir esto: A pesar de constituir la fracción más pequeña dentro de una comunidad dedicada a la atención médica en Estados Unidos, las falsas reclamaciones psiquiátricas suponen, de hecho, un 20 por ciento de todas las reclamaciones fraudulentas sobre atención médica; o, en términos crudos, hasta 40 mil millones de dólares anuales. Por otra parte, está todo lo que el comité del Congreso de Estados Unidos cita como fondos desperdiciados y derroche en relación a los estudios del Instituto Nacional de Salud Mental: el comportamiento unisexual de las lagartijas de cola larga y delgada, con un costo de 1,4 millones de dólares para los contribuyentes norteamericanos; el mecanismo hormonal de las ratas con carencia de sal, con un costo de 5 millones de dólares de la recaudación nacional; el control electrónico de la mandíbula de las palomas, con un costo de 545.000 dólares, y un examen durante cinco años de los hábitos de aparejamiento de los totís de alas rojas por una cifra igual de obscena de 539.000 dólares. Mientras que aunque sólo sea para subrayar lo absurdo, uno se siente obligado a mencionar además los estudios de la psiquiatría canadiense de Psicosis de conejo y Ratas y ratones en una piscina: algunas diferencias sorprendentes.
| Anterior | Glosario de términos de Scientology | Índice | Siguiente |
| Encuesta acerca de este Site de Scientology | Sites de Scientology relacionados | Librería | Página Principal |
info@scientology.net © 1998-2004 Church of Scientology International. Todos los derechos reservados.
Información sobre marcas registradas.