[Imagen]


     En los campos de exterminio nazis, los reclusos judíos incluso mataban a otros judíos con que tan sólo se lo sugirieran, tal era el grado de fijación en el símbolo del terror nazi.

     Cuando a esto se le añaden drogas para abrir el subconsciente y hacer que el impacto de los mandatos sea más profundo, tienen lugar efectos mayores y más duraderos. Los mandatos dados a una persona en este estado, aun cuando sean irracionales o vayan en contra de sus intereses o su seguridad, se pueden hacer efectivos.

     Cuando a las drogas se añade entonces dolor de gran intensidad, acompañado de mandatos, la persona continuará obedeciendo la orden posteriormente. Esto es cierto aun cuando la orden cause la muerte.

     Para decirlo de otro modo: una persona bajo la influencia hipnótica normal no ejecutará órdenes contrarias a su código moral. Una persona bajo hipnosis con drogas, posteriormente obedecerá órdenes incluso contrarias a sus intereses. Bajo dolor y drogas, una persona aceptará órdenes que incluso puedan causar su muerte, y después las llevará a cabo.

     Es cuestión de la cantidad de efecto que se ejerza físicamente sobre ella. Identifica el dolor con la fuerza de la orden. Las drogas reducen su voluntad de resistirse.

     Los psiquiatras usan dolor-drogas-hipnosis como actividad ordinaria en establecimientos psiquiátricos. Hablan a personas drogadas durante choques de 50.000 voltios o después de ellos. A menudo instalan una sugestión post-hipnótica.

     El problema con todo esto no es sólo su inmoralidad. El hipnotismo disminuye la habilidad del individuo para llegar a ser consciente de la inhabilidad mental que lo oprime. La ruta a la cordura es llegar a ser consciente de la raíz del problema. Incluso si se le ordena estar sano o ponerse bien, el efecto es una persona aturdida y que está de acuerdo, la cual, bajo una fina capa, está más loca que nunca. Y el “tratamiento” desaparece gradualmente en menos de seis meses, dejando a un ser enfermo y dañado.

     Sin embargo, este tipo de coacción, hipnotismo, tiene usos mucho más mortales. El psiquiatra está perfectamente bien consciente de ellos.

     A una persona drogada y en estado de shock se le puede ordenar matar, y a quién matar, y cómo hacerlo, y qué decir después. Y dependiendo de la pericia con que se administre el “tratamiento’’, la persona, ahora despersonalizada y solamente un robot, hará sólo eso.

Dolor-drogas-hipnosis continúa...


AnteriorNavigation BarSiguiente

| Anterior | Glosario de términos de Scientology | Índice | Siguiente |
| Encuesta acerca de este Site de Scientology | Sites de Scientology relacionados | Librería | Página Principal |


info@scientology.net
© 1998-2004 Church of Scientology International. Todos los derechos reservados.

Información sobre marcas registradas.


Visita el Librería Índice Visita el Sitio de L. Ronald Hubbard